11 curiosidades del jamón ibérico de bellota que seguro no conocías
El jamón ibérico de bellota es un auténtico tesoro gastronómico que conquista los paladares más exigentes. Proveniente de cerdos ibéricos alimentados con bellotas durante la montanera, su sabor y textura únicos lo convierten en una delicia venerada en todo el mundo. Acompáñanos en este artículo a través de algunas curiosidades del jamón ibérico de bellota que seguro no conocías y que lo hacen tan especial.
Curiosidades del jamón ibérico:
1. Diferentes razas y variedades de cerdo ibérico
Los cerdos ibéricos pueden ser de variedades negras o coloradas. Además del jamón ibérico de bellota tradicional, también existen variedades más exclusivas y singulares. Por ejemplo, el jamón ibérico de bellota de cerdos criados en altitudes elevadas o en determinadas zonas geográficas puede tener características distintivas que lo hacen aún más especial y codiciado por los conocedores. Tenemos un artículo en nuestro blog donde hablamos más en profundidad sobre los cerdos ibéricos y sus fases de crianza.
2. La Montanera, clave para su sabor único
El periodo de la montanera es crucial para la calidad del jamón ibérico de bellota. Durante este tiempo, que generalmente abarca desde octubre hasta marzo, los cerdos disfrutan de las bellotas caídas de encinas y alcornoques, aportando sabores y aromas únicos a la carne.
3. La Grasa que enamora
A diferencia de otros jamones, la grasa infiltrada en el jamón ibérico de bellota se derrite a una temperatura más baja, lo que le confiere una textura suave y untuosa. Este aspecto es esencial para su exquisito sabor.
4. Cada pieza es diferente
El proceso de curación del jamón ibérico de bellota puede durar de 24 a 36 meses, e incluso más en algunos casos. Cada pieza es cuidadosamente vigilada por maestros jamoneros, quienes garantizan que alcance su punto óptimo de maduración.
5. La Denominación de Origen, garantía de calidad
El jamón ibérico de bellota se rige por denominaciones de origen como la Denominación de Origen Protegida (DOP) Dehesa de Extremadura. Estas certificaciones aseguran que el producto cumple con rigurosos estándares de calidad y procedencia.
¿Sabías que la DOP Extremadura, a la que pertenecen todos nuestros productos, es la única de las cuatro denominaciones que cuenta con trazabilidad? Los cerdos de Dehesa Barón de Ley se crían en campos extremeños y cada uno de ellos cuenta con una extensión aproximada de tres hectáreas para su crianza solo con bellota. Gracias a estos cuidados y exigencias conseguimos jamones ibéricos de bellota tan selectos.
6. El toque de sal
Durante el proceso de salazón, la sal penetra lentamente en la carne del jamón, añadiendo no solo sabor, sino también contribuyendo a su conservación. El manejo preciso de la sal es esencial para obtener la perfecta armonía en cada loncha.
7. La altitud influye en su curación
Una curiosidad interesante sobre el jamón ibérico de bellota es su proceso de curación y cómo puede afectar el sabor y la calidad del producto final. Durante el proceso de curación en bodegas adecuadas, el jamón ibérico de bellota está expuesto a diferentes condiciones ambientales, como temperatura y humedad, que pueden influir en su desarrollo y maduración.
Una peculiaridad poco conocida es el efecto que tiene la altitud en este proceso. Se ha observado que la curación del jamón a altitudes más elevadas puede generar características sensoriales distintivas en el producto final. Por ejemplo, el aire más seco y fresco de las montañas puede contribuir a una curación más lenta y a un sabor más concentrado y complejo en el jamón.
8. Los cinco sentidos del catador
Los expertos catadores de jamón utilizan sus cinco sentidos para evaluar la calidad del producto. Desde la observación del color y textura hasta la apreciación de los aromas y sabores, la cata del jamón ibérico es una experiencia multisensorial.
9. Hay diferentes tipos de jamón ibérico
Existen diferentes variedades de jamón ibérico, clasificadas según la raza del cerdo y su alimentación. Entre ellas, el Jamón Ibérico de Bellota es el más apreciado, ofreciendo matices inigualables gracias a la dieta exclusiva de bellotas y hierbas de la dehesa. Si quieres conocer más sobre este tema infórmate aquí.
10. Tradición centenaria
La tradición de elaborar jamón ibérico se remonta a siglos atrás. Las técnicas de curación y los métodos de selección han pasado de generación en generación, conservando la esencia y calidad del producto.
En Dehesa Barón de Ley llevamos a cabo un proceso de secado y curación totalmente natural, siguiendo la tradición de la zona. Cada pieza es numerada y certificada para controlar todo el proceso al milímetro, es decir, el perfilado, el salado, el asentamiento y el secado y maduración en bodega.
11. Cortar el jamón está considerado todo un arte
El corte del jamón ibérico es todo un arte. Los maestros cortadores utilizan cuchillos afilados y técnicas precisas para obtener lonchas finas que maximizan la apreciación de los sabores y aromas.
En cada loncha de jamón ibérico de bellota se encuentra una historia de tradición, dedicación y sabor inigualable. Este tesoro culinario no solo es una delicia para el paladar, sino también una manifestación de la riqueza cultural y gastronómica de España.