¿SE PUEDE COMER LA PIEL DE LOS EMBUTIDOS?
Para contestar a la pregunta de si se puede comer la piel de los embutidos hemos elaborado este artículo con la ayuda de nuestros expertos. Y es que no toda la piel de los embutidos, o su envoltorio, es igual; así que la duda tiene mucho sentido. Ante esto, iniciamos contándote que comerte esta parte del embutido va a depender, precisamente, del tipo de piel con la que esté elaborado.
TIPOS DE PIEL: TRIPA ARTIFICIAL
El envoltorio de tripa artificial puede estar elaborado de celulosa, colágeno o plástico autorizado para uso alimentario. Este tipo de recubierta es impermeable para aislar el embutido de la humedad. Por lo tanto, cuando se trata de este tipo de piel no se puede comer.
Normalmente en la etiqueta del producto podrás encontrar información, que el fabricante debe indicar de manera obligatoria, y de esta forma puedes darte cuenta si se trata de piel artificial o no. Si lees en el envoltorio del producto que los materiales de la piel del embutido son sintéticos, debes desecharlos y no consumirlos.
Los envoltorios de plástico se utilizan a menudo en los embutidos de gran calibre, como la mortadela, pero no son los más recomendables.
TIPOS DE PIEL: TRIPA NATURAL
Todos aquellos embutidos que emplean tripas naturales en su envasado deben ser sometidos a diferentes tratamientos de estabilización microbiológica y extrema limpieza. Y es que ese tipo de tripas proceden de los intestinos de distintos animales, como, por ejemplo, del cerdo.
Los envoltorios naturales tienen un origen animal. Se producen a partir de animales aptos para el consumo humano y a su vez, los productores deben aplicar estrictos requisitos de higiene para evitar cualquier contaminación, como mencionamos antes. Durante este proceso la capa de los intestinos más utilizada se llama submucosa, que se caracteriza por ser rica en colágeno.
Por tanto, podemos decir que se puede comer la piel de los embutidos que se produce a partir de tripa natural. Los embutidos que se envasan en tripa natural tienen un valor superior a los que se fabrican utilizando envolturas artificiales. Aunque su aporte nutricional es prácticamente insignificante, contiene proteínas y grasas favorables para el organismo.
Por otro lado, el sabor que aportan estas tripas es mucho más natural, y la textura suele ser más agradable que la de la tripa artificial. La porosidad de las tripas naturales permite un mejor secado y que el producto respire mejor, hace que el embutido tenga todo el sabor, olor y textura, sin ningún aroma añadido. La piel sintética, por el contrario, suele tener más potenciadores de sabor que son menos agradables al paladar.
COMPRUEBA SI LA TRIPA ES NATURAL O ARTIFICIAL
La diferencia entre una y otra la puedes descubrir a simple vista. Las naturales tienen formas irregulares, están curvadas y con los extremos bien cerrados. El embutido en sí presenta ciertas irregularidades, en algunos puntos se perciben más delgados y en otros más gruesos, y desprenden un aroma particular.
Las artificiales, en cambio, tienden a arrugarse en los extremos y se abren un poco. Además, tienen un aspecto mucho más uniforme, sin irregularidades ni imperfecciones. Por otra parte, si a la hora de morder el embutido percibes un tacto carnoso y suave, estás ante tripa natural. Las artificiales suelen tener un sabor más neutro.
La etiqueta también puede ayudarnos a distinguirlas, porque en ella se indica la naturaleza, los materiales y la composición de la tripa.
Ahora que sabes si se puede comer la piel de los embutidos o no te invitamos a leer este artículo donde conocerás cómo se elabora el jamón ibérico.